Nos gusta mucho quejarnos y mandar al pan a todo y todos por las arbitrariedades que suceden todos los días, así que dar las gracias me parece una buena manera de equilibrar la balanza.
Si algo debo agradecerle a este año es la constante presencia en mi vida de mis amigos. Aquellos que están conmigo desde hace mucho y aquellos que llegaron hace poquito, porque logran arrancarme una sonrisa y me llenan de esperanza. Eso es un verdadero milagro cotidiano y mi certeza de que allá afuera hay una familia que tu escoges y con la que te sientes protegida.
Agradezco por la posibilidad de estar ahí, al pie del cañón: para pasar gratos momentos juntos, riendo, conversando, compartiendo silencios que no son para nada incómodos. Y también para tendernos la mano cuando las cosas no van bien; cuando una simple frase o un gesto en el momento exacto evitan el desastre y te reconcilian con la vida. Gracias de corazón.
Y a esa perra que se llama vida tengo que agradacerle esas jugadas tan inesperadas en el tablero que todos jugamos, que este año se superó a sí misma, y me hizo sentir más humilde (como el simple ser humano que soy) y me recordó que siempre las cosas pueden ir a peor y que sin embargo siempre encuentras una manera de seguir adelante.
Verdaderas sorpresas más y menos gratas, a las que se hace frente con dosis industriales de risas, ironía y sarcasmo. Aventuras, ciclos que comienzan y otros que terminan, siempre curiosidad por nuevas cosas y ganas de nunca quedarse quieta. Por todo ello hoy doy gracias.
2 comentarios:
La vida es una perra, esa es una verdad absoluta. Pero siempre que existan amigos con quienes hacerle el juego y lanzarle puteadas, valdrá la pena permanecer un rato más por aqui.
Te quiero. Gracias por dejarme estar y dejarme ser. Mira esto...
http://www.youtube.com/watch?v=maAyfcO-X3k
para eso estamos
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